lunes, 3 de junio de 2013

Historia de un alumbramiento II: el primer día en el hospital.

El jueves por la mañana recibimos la visita de la primera de las tres matronas que me atendieron, no recuerdo su nombre. Nos explicó el plan: ese día me pondrían un medicamento hormonal en el cuello del útero para ver si así se desencadenaba el parto. Si no bastaba con eso, al día siguiente me pondrían el goteo de oxitocina para provocar las contracciones y ver si así se desencadenaba el parto.

Me esperaba un día muy largo, vestida con la humillante bata abierta por detrás y  conectada, por un lado, a la vía que me suministraba la medicina para controlar la hipertensión y,  por otro, al cinturón de monitorización para vigilar las contracciones uterinas y el latido del corazón del bebé. ¡Y para colmo malcomiendo! Porque, si la comida de hospital no es para tirar cohetes, imaginaos lo que es la de dieta sin sal.

Ahí estaba yo, saboreando las fantásticas galletas de arena del desayuno, cuando apareció mi hermana, Carrín, cargada de globos y ricas viandas: jamón ibérico, lomo, chorizo, pan, chocolate,… Para el después… ¡Pero si quedaba una infinidad para el después! Por lo menos disfruté jugueteando con los globos…

Las horas pasaban y aquello no parecía funcionar. Llegó la hora de la comida incomible con el postre más horroroso que he probado en mi vida, la merienda de panecillos sin sal, la insulsa cena,… Reconozco que le di algún tiento al chocolate, una de mis mayores debilidades durante el embarazo, ¡me moría de hambre y ganas! Dormitamos, reímos, charlamos,…

Por la noche me atendió una nueva matrona, una que no me gustó nada. Estaba aceleradísima y me hablaba de malas maneras. Me hizo mucho daño con la exploración y le tuve que llamar la atención cuando quiso echar a mi madre. ¡Pero, por favor, que mi madre me ha visto en los peores momentos de mi vida, no me daba ningún pudor que viera cómo la bruta esa metía su manaza en mi mismísimo! Me informó, como si fuera culpa mía, de que el tratamiento hormonal había fracasado, así que, por la mañana me pondrían el goteo.


Así acababa el primer día de ingreso, con un deje de desesperanza, algo de nervios, fabricando paciencia para nosotros y para todos los esperaban las buena nuevas teléfono en mano…

10 comentarios:

  1. !!Hola,vir!
    Si que has tenido mala suerte con el personal que te toco,pobrecita mia.Espero la siguiente entrada para saber que mas te paso.
    Muchos besitos,guapisima.

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    1. Lady Celeste, he visto que has borrado tu blog, espero que no sea nada malo, y espero verte de vuelta por estos mundos. Fue una experiencia a lo "Vir", a mí me pasan estas cosas, ;) Besitos!!

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  2. Jo lo que se tiene que pasar...y aún no hemos llegado al meollo...jajaja

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    1. Afortunadamente no siempre es así, ¡espero, si repito, que sea un poquito más corto! ¡jajajaja!

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  3. Parece que no has tenido mucha suerte, pero veremos si mejora en las siguientes entradas, lo de la bata, lo siento mucho, no hay nada que hacer. Un abrazo

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    1. releante, esto de los partos me da que siempre, antes de mejorar, empeora mucho, :) Por lo menos podía tener batas especiales para embarazadas, que con el barrigón no había manera de taparse el culo. Abrazo!

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  4. Parece que la que más tranquila estabas, pese a todo, eras tú. Con todo ese lío y preocupada por las galletitas del hospital que eran... como eran.

    Ya te vale!!! jajaja

    besos,

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    1. Sese, soy de naturaleza tranquila, y aguanto bastante bien el tipo. Sobre todo me gusta tomármelo todo con humor, aunque sea un momento chungo, y el resto de mi familia es igual. Así que solemos hacer bastante el payaso... ¡Jo, tenías que haber probado la "fantástica" compota de pera! ¡jajajajaja! Besos

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  5. Madre mía, en un momento así y en esas circunstancias, y aguantaste el tipo perfectamente. Ya seguirás contando, que nos tienes a todos intrigadísimos! ;)
    Besos!

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    1. Sonia, como ya le he dicho a Sese, soy bastante tranquilota en ese tipo de situaciones, es una gran ventaja. ¡Ya tenéis la tercera entrega! Solo queda una más, a ver si tardo menos de una semana en colgarla, :) Besos!

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