miércoles, 28 de diciembre de 2011

Doce años después...



Hoy es un día muy especial. Para muchos es el día de las bromas, aunque nunca he entendido cómo algo tan macabro como el Día de los Santos Inocentes puede desembocar en algo tan frívolo.

Para mí es mucho más. Recuerdo aquel 27 de diciembre de 1999. Mi madre planchando en el piso de mi hermana y yo puteando a mi sobrinita no-nata, empujando la barriga de Carrín, que llevaba con contracciones más de doce horas.

Por tercera vez decidimos ir al hospital, y la matrona, una mujerona con cara de mala leche, nos quiso enviar de nuevo a casa. Carrín se echó a llorar desesperada, y yo me planté. No nos moveríamos de allí hasta que no viniera el médico. La matrona debió ver que la cosa iba en serio porque, refunfuñando, nos dio habitación.

Esa noche la pasamos entre risas mi madre, mi cuñado, mi hermana y yo, en plan campamento gitano. Las contracciones de Carrín eran “falsas” y no dilataba nada… Tuvimos que esperar hasta el mediodía siguiente para que le provocaran el parto.

Recuerdo perfectamente el momento en que conocí a esa pequeñaja que me robó el corazón. Recuerdo sus ojos, abiertos y atentos, como queriendo no perder detalle. Y no pude evitar llorar. ¡Me emocioné! No sabía que podía sentir algo así tan de golpe.

Con ella todo me ha pillado por sorpresa. Amo a mis sobrinos, a los tres. Con el pequeño Kaiser y Lucifer también me emocioné, y no hay momento que no quiera disfrutar con ellos, no hay día malo para pasar un rato disfrutando de su compañía. Pero mi Bichobola es especial.

Hoy mi niña no tan niña cumple doce añazos. Y sé que me preguntará si me he acordado de escribir algo para ella en su día.

Pues aquí lo tienes: ¡¡FELIZ CUMPLEAÑOS!! Disfruta mucho de tu día. Un beso gigante. Te quiero hasta el cielo.

P.D:: De las notas ya hablaremos…

lunes, 26 de diciembre de 2011

Ella

Hoy escribo en Un Mar de Cristal

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡Feliz Navidad!

Sí, con todas las letras, y a quien no le guste que no lo lea, ¿verdad? Porque a mí sí me gusta la Navidad.
Ahora, con el soniquete de la lotería dándole ambiente al despacho, me embarga el espíritu navideño, que en mi caso se compone básicamente de la alegría de ver a mi familia reunida, de la nostalgia –que no es algo negativo- de los que ya no están, de las caras de felicidad de mis sobrinos, y de… ¡VACACIONES!
Este año lo acabo estando de vacaciones, algo que no hacía desde mis tiempos de estudiante. Los últimos no lo he hecho por propia elección, la responsabilidad laboral me pesaba más de la cuenta. Pero ahora que el 2012 viene con las tijeritas en la mano, que he descubierto que el mundo no se acaba si desaparezco quince días, que sigo teniendo mi sitio haga o no haga,… ¿Por qué no? Liquido vacaciones, empiezo el año a cero.
Así que, lo dicho, que pasen ustedes unas muy felices fiestas.

miércoles, 21 de diciembre de 2011

Vanidad

Hoy escribo en Un Mar de Cristal.

martes, 20 de diciembre de 2011

¡Uy! Pero si hoy es martes...

Estaba pensando… mira tú qué tontería más grande, en lo curioso de los descansos. Durante estos meses he descansado de muchas cosas de mi vida: amigos, familia, obligaciones, aficiones,… y han sido los más agotadores que recuerdo.
El viernes, dos días después de comenzar el descanso en el descanso, llegué a casa ya muy entrado el sábado, con las piernas destrozadas, el cuerpo aterido y el corazón sacudido. Y, sin embargo, hacía tiempo que no me sentía tan descansada.
La vida vivida no cansa aunque agote. La vida en suspenso sí.
Me prometí no intensificarme, que de eso ya he tenido cubos llenos, así que, ¡vamos! En busca de la sonrisa. ¿Sí?