lunes, 23 de mayo de 2011

Bienvenidos

Si hace quince años, cuando mi vida de estudiante de C.O.U se centraba únicamente en mi objetivo inconcluso, me hubiese dicho que mi vida iba a ser como lo es, me hubiese reído sin parar.

Me hubiera creído un montón de versiones: “estarás aterrizando en medio de un conflicto bélico con un avión cargado de medicinas y alimentos para los refugiados”; “estarás diciendo: seguid vosotros, yo os alcanzo, a la vez que corres junto a un poblado entero ocupándote de los heridos, mientras huís de la guerrilla”; hasta “tendrás una caterva de hijos, tantos como para formar un equipo de baloncesto, y dedicarás tu tiempo libre a una clínica gratuita de ayuda a personas sin recursos”.

Pero no me habría creído esta vida insulsa. Porque yo estaba destinada a grandes cosas, o eso creía. Porque pensaba que las grandes cosas son las que te hacen sentir plena.

Y, heme aquí, muchos días abducida por un trabajo que detesto la mayor parte del tiempo, empeñada en convertirlo en algo definitivo, mientras la vida va pasando delante de mis ojos y siento que muchas oportunidades se me escapan.

No, esto no es una triste historia de frustración. No, no me siento desgraciada. No, no lloriqueo por lo que pudo haber sido. Es verdad que muchas veces nos agarramos a la falacia del “si hubiera”, algo que solo sirve para torturarnos. También es verdad que muchas veces no me reconozco, sobre todo cuando utilizo todas esas habilidades contra-mi-natura que me hacen estar en el mundo sin dar mucho la nota. Y, por supuesto, es verdad que sigo queriendo “cosas”, y muchas veces siento la necesidad de darle una fuerte patada a mi vida y cambiarla por completo. Pero, ¿quién no la siente? ¿Quién carece de sueños?

Soy feliz. Y mi vida es plena. Estaba equivocada, la plenitud está en las cosas pequeñas. Y, si me despisto, siempre hay alguien que me quiere para traerme de vuelta al camino.

Al fin y al cabo siempre seré esa niña tímida y malcarada de mirada torva que prefería vivir en su mundo interior.

Bienvenidos a ese mundo. Digan 33, o lo que les venga en gana.

11 comentarios:

  1. Mi teoría es: Si tu trabajo no te apasiona (dentro de que es un trabajo; si no te cansa nunca se llama hobby y no te pagan por ello :o) ) hay que probar a hacer algo distinto.

    Porque, si no, son 8 horas (o más) de tedio, de vida criogénica que te habrás robado a ti misma.

    Que hay que comer, claro. Pero aunque se empeñen en decirnos lo contrario, hay infinitas maneras de subsistir.

    Sólo aceptaremos "si hubiera" como excusa cuando tengas 80 años (por lo menos) :oD , propongo un cambio por "¿y si hago?"

    Un besazo, guapa

    Hare



    PD. No me entero muy bien de cómo va esto de los comentarios en tu blog recién estrenado, pero aprenderé....

    ResponderEliminar
  2. Ya estoy aquí.
    Pasa del "si hubiera", ya te sorprenderá el "cuando menos te lo esperas".

    ResponderEliminar
  3. Digo 33, y como son pocos números comprobarás cómo hay mucho tiempo todavía para el ya verás la cantidad de cosas que puedes hacer y que pueden ocurrir. Re-bienvenida a Blogger :-)

    ResponderEliminar
  4. El simple hecho de venir aquí y cambiar lo que parecía estancado es una mini señal de que aun hay más cosas que descubrir... Ya lo sabes tú.
    Eso sí, el mundo interior pleno, extenso y enorme que llevas dentro irá contigo a recorrer el mundo, y ese sí que es un gran punto de partida :)

    ResponderEliminar
  5. Mi querida Vir... te prefiero aquí. Yo soy blogger hasta la médula. Nos leemos!!

    ResponderEliminar
  6. ....y hola

    Cada edad tiene su modo de ver la vida y no podemos fustigarnos por no haber cumplido esos sueños, ahora vemos que irrealizables, que nos trazamos en la adolescencia, ese triunfar en todo y demás.

    También yo he dejado de cumplir muchos de esos sueños pero he sabido valorar lo que tengo en su medida (quizá este conformismo también sea producto de la edad, qué se yo)

    Me doy la bienvenida a este tu nuevo hogar, ea.

    ResponderEliminar
  7. Hare, para no enterarte lo has hecho muy bien, ;). Elegí este trabajo por unos motivos que a día de hoy siguen siendo válidos, así que no me arrepiento ni me torturo. Gracias a él disfruto de tiempo libre, tiempo que dedico a las cosas que me gustan. Tú sabes bien lo valiente que debe ser uno para romper con todo y lanzarse a la piscina, pero yo no lo soy, o por lo menos no necesito serlo (por ahora). ¡Besos, maestro!

    Rubén, pierdo muy poco tiempo con los "si hubiera", prefiero esos "cuando menos te lo esperas".

    C.C, alguna buenas, otra no tanto, pero todas enriquecedoras, ¿verdad? Un besazo.

    Nebroa, siempre tendré algo nuevo que decir, nos mudamos mi mundo y yo, tienes razón. Gracias.

    Danygirl, ¡por supuesto que nos leemos! Y ahora sé que muchos mejor, esto de blogger es como una secta, ¡jajajaja!

    Sese,tienes razón, cada edad cambia tu forma de ver la vida. Los sueños siguen estando ahí, pero la forma de afrontarlos o de disfrutarlos es distinta, el triunfo tiene otro significado. ¡Yo también te doy la bienvenida!

    ResponderEliminar
  8. Como dice CC, re-bienvenida a Blogger. Los "si hubiera" no me gustan, y paso bastante tiempo en ellos. No se, sera mi tendencia a ver el vaso medio vacio...

    ResponderEliminar
  9. Gracias, Mr. Dupin. No te quedes en el vaso medio vacío, la vida es mucho más hermosa desde el optimismo.

    ResponderEliminar
  10. Lo siento tu pesadilla ha vuelto , paciencia te de DIOS ...JEJEJEJE

    ResponderEliminar
  11. An, ¡has vuelto! ¡Bien! ;))))

    ResponderEliminar

¡Cuenta, cuenta! Comparte tus impresiones,