Hola
Andrés, te escribo esto con muchas horas de insomnio acumuladas, así que te
pido disculpas por adelantado por el posible caos. Antes de nada ¿cómo estás?
Me tranquiliza saber que después de años de lucha, por fin descansas, lejos del
dolor, lejos de todas las incomodidades que te ha producido el puto cáncer,
especialmente estos últimos meses.
En cuanto a nosotros… después de media vida
siendo amigos no tiene sentido engañarte, además aunque lo intentase no creo
que lo consiguiese porque sabías “leerme” muy bien. Estamos jodidos, muy
jodidos. Vir y yo tenemos la suerte de que Lily es una cura penas, pero el
resto de la gente no tiene la misma suerte. Amar siempre implica dolor, además
es una relación directamente proporcional (lo siento, ya me sale la vena
matemática). Y tú te has hecho querer mucho, muchísimo diría yo en la mayoría
de los casos de la gente que ha tenido la gran suerte de conocerte. Y por tanto
el grado de dolor que dejas es enorme.
En mi caso, cuando no recurro a nuestra
pequeña para aliviarme, me pasan dos cosas: o bien no paro de llorar al saber
que ya no te volveré a ver, o bien me creo que sigues en esa dichosa
habitación, aislado y luchando, porque hay muchos momentos en los que no acabo
de creérmelo. No puedo creerme que ya no vaya a oír tu guitarra y tu voz. Tu
armónica. Que ya no vaya a haber más “¡Qué pasa Andrew McCarthy!”, “¡Qué pasa
Stiwen!” Que se acabaron las cañas para ti. Que ya no vayamos a tener más
conversaciones absurdas al más puro estilo Faemino y Cansado. Son tantas
cosas…. Y es que eres un canalla. Nos has hecho creer a todo el mundo que
salías de esta, que por muy duro que fuese, no podrían contigo. Jamás
hubiésemos pensado es este final. Estoy convencido de que en muchísimos
momentos ni siquiera los médicos lo pensaron. Parecía imposible que un tío con la
vitalidad, optimismo y capacidad de lucha que tenías tú, fuese a perder contra
el cáncer. Sinceramente creo que si tú no pudiste, casi nadie, por no decir
nadie, en tu misma situación habría podido. Sin embargo a Vir y a mí se nos
cayó el alma a los pies cuando fuimos a verte hace un mes y nos dijiste: “Ya no
puedo más” Ahí fue la primera vez que contemplamos como una posibilidad real el
que te pudieses morir. Y nos invadió la rabia y la impotencia de no poder hacer
nada por evitar lo que finalmente pasó. Lo único que podíamos hacer desde la
distancia, porque ya sabes que nuestra situación no nos permitía mucho más, era
intentar animarte con nuestras pequeñas chorradas. Si con ellas, al menos
conseguimos que sonrieras un poco, nos damos por satisfechos. Vir te había
preparado un collage impreso, te lo íbamos a mandar con alguna tontería escrita
por detrás a modo de postal, y ya habíamos pensado en la siguiente. Te íbamos a
hacer algo relacionado con el “Trollex” ¡qué chiste tan bueno! Sin duda será el
chiste al que más cariño tendré siempre. Pero me temo que llegamos tarde, y ya
nunca podrás verlo. Pero sí Lore, tu asturiana. A ella se lo daremos, porque la
finalidad no era animarte solo a ti, sino a ella también.
Hablando de Lore, te lo dije el martes, pero
no sé si podías oírme, así que te lo digo ahora. Vamos a cuidar mucho de ella,
sabes que la queremos muchísimo y que es mucho más que simplemente “la novia de
Andrés” Vino contigo, y aunque tú te hayas ido, ella se queda con nosotros
porque hace mucho que forma parte de nuestra vida. Y en cuanto al martes, te
dije una serie de cosas que no se si llegaste a oir. Por si acaso te repito
alguna. Estamos MUY orgullosos de ti, de como eres y de todo lo que nos has
enseñado en tu vida en general, pero sobretodo estos últimos años. Esa alegría
que nos transmitías, cuando tenías motivos de sobra para estar hundido. Ese
optimismo contagioso, estar contigo producía buen rollo. Esa capacidad de
sufrimiento y de lucha, que nos demostró que en esta vida hay que pelear hasta
el final por nuestros sueños y por las cosas que más queremos. En fin, como ya
te dije en su día en la presentación del libro de Vir, ORGULLOSOS por ser como
eres.
También te dije alguna broma, como comprenderás
no podía despedirme de ti sin hacerlo, siempre lo pasamos bien juntos y nos
gustaba reír juntos, y en los últimos minutos que íbamos a tener no iban a ser
menos. Varios de nuestros amigos no pudieron pasar a verte, yo sé que por
supuesto no se lo tienes en cuenta, y si fue así no es más que otra prueba de
todo lo que te querían ¿te das cuenta de lo mucho que te quería tantísima
gente? Eso demuestra lo especial que has sido.
En mi caso, me encantó pasar a verte,
hablarte, acariciarte, besarte. Hubiese querido quedarme mucho más tiempo
abrazado a ti, pero no pasa nada porque cada vez que quiero abrazo los muchos
recuerdos que tengo contigo. Ya sabes que siempre os habéis reído, y a la vez
habéis disfrutado, de mi capacidad para recordar anécdotas, y cosas que nos han
pasado a todo el grupo. No lo hago aposta Andrew, simplemente por algún motivo
se me quedan. Lo que si voy a hacer aposta es grabar a fuego todos los
recuerdos que tengo junto a ti. No quiero perder ni uno solo ¡y fíjate si habrá
en los cerca de 20 años siendo amigos!
Pero te he de reconocer que los que guardo
con más cariño son los últimos, los que vivimos en soledad o en pequeños
grupos, como cuando estábamos los cuatro juntos ¡qué bien lo pasábamos! ¿Verdad?
Habríamos disfrutado un montón cuando salieses, y más con Beatriz, nuestra
Lily, tu Pancinawer….Como te decía esos momentos de tu y yo solos les tengo un
cariño tremendo, los guardo como un tesoro. Ya habíamos vivido muchos momentos
alocados y de fiesta a lo largo de nuestras vidas, pero esos momentos
tranquilos en los que hablábamos de todo, son la leche. Creo Andrés, que de
manera inconsciente, quise vivir a tope esos momentos por si pasaba lo que ha pasado. Inolvidables cosas
como el día que nos fuimos en busca de la casa abandonada de William Wulff, o
cuando vimos la final de la Eurocopa tú y yo solos e hicimos de todo menos ver
el partido. Nos reímos, tiramos por la tan frecuente en nosotros vía del humor
absurdo, hablamos del futuro, de tus planes, de nosotros cuatro y de lo que
haríamos cuando fuésemos cinco. Recuerdo que al descanso salimos al patio (por
si no te acuerdas lo vimos en la casa de Torrejón del “Gay”, esa en la que
pudimos ver al mejor Mark Lenders de la historia) y nos preguntaron los pocos
que estaban fuera “¿cómo va el partido?” y no teníamos ni idea pero aun así nos
volvimos a “ver” la segunda parte en esos incomodísimos sofás. Otro gran
momento fue cuando estando ingresado te llevamos de regalo la máquina de hacer
palomitas. Nos alegramos de que pudieses disfrutarla, aunque fuese poco. Y
siempre recordaremos tu cara de sorpresa y de felicidad. Además ese fue el
último día que te vimos tocar la guitarra y cantar. Por supuesto que no nos
olvidamos de la última tarde-noche que pasamos los cuatro juntos antes de que
te ingresasen. Lástima que Vir estuviese embarazadísima porque si no, nos
habríamos quedado hasta que tu cuerpo hubiese aguantado. Y otro gran recuerdo
de los cuatro juntos es aquel día de verano que pasamos en casa de tu madre ¡la
de planes que se nos ocurrieron para hacer cuando estuvieses bien! Y como
olvidarme de la genial mañana que pasamos en el hospital. No te lo llegué a
decir nunca, pero ir a la mañana siguiente de llamarme para pedírmelo me era un
marrón porque tenía un huevo de cosas que hacer, pero me dio igual, no quise
desaprovechar la oportunidad de estar contigo ¡y qué bien que hice! Esa partida
al “Smallworld”… Hay algo que no te perdonaré nunca, y es que te hayas ido
siendo el campeón del juego y no me hayas dado la oportunidad de la revancha,
eso no se hace. Ese día me tuve que ir por el puto trabajo, pero sabes que me
hubiese encantado quedarme todo el día. Me dio mucha rabia irme y dejarte con
esa pena que me transmitiste, de veras que lo siento.
Y por supuesto el último día que te vimos.
Te encontramos fatal pero quisimos darte una bonita sorpresa llevándote a
nuestra Lily, tu Pancinawer. Nos consta que te gustó y por supuesto sabemos que
te hubiese gustado encontrarte mejor para haber podido acercarte al cristal,
pero bueno nos produce mucha alegría el saber que por lo menos la pudiste
conocer.
Todos estos momentos, y los que no
desarrollo por no alargarme más de la cuenta (como el día que nos invitasteis a
vuestra antigua casa, cuando os llevamos a casa de tu madre, porque maldito
cabezota, estando como estabas, querías ir en transporte público, el día que
conocimos a Lore….) son un verdadero tesoro y haré todo lo posible por no
olvidarlos nunca.
Lo que será imposible de olvidar será a ti.
Eso ten por seguro que nunca pasará. Como dijo Vir ayer en el acto de
incineración, que por cierto leyó algo que había escrito el miércoles con
alguna cosa que le sugerimos, como habías pedido, de parte de los amigos. Le
echó muchas narices porque no era fácil leer lo que leyó en un día como el de
ayer. Y lo hizo fenomenal, y mantuvo el tipo estupendamente ¿Te imaginas que lo
hubiese leído yo, cuando monté la que monté el día de la presentación de Vir al
hablar de ti? ¡Seguro que me habría llevado por lo menos una hora! La verdad es
que habría sido de coña. Bueno a lo que iba, va a ser imposible olvidarte por
lo que fuiste y por lo que hemos vivido juntos, pero es que además has dejado
una serie de cosas que automáticamente asociamos a ti. Nuestro amigo Horatio,
Mary Poppins- la Lady Gaga de los años 50- el Sprite ¡con un 25% más! Cada vez
que coma palomitas me acordaré de ti. Cada vez que tome tarta de manzana,
sobretodo si es la de Pablo, me acordaré de ti. Cada vez que vea una peli de
catástrofes mala (como ya hablamos alguna vez ¿acaso hay alguna buena?) o vea
alguna anunciada de tu querida Jenifer Anniston, me acordaré de ti. Nunca me
gustó especialmente la serie “Erase una vez” pero desde el martes le tengo un
cariño especial. Y así con un sinfín de cosas. Al principio será horrible porque
cada una de esas cosas nos producirá dolor y también ganas de llorar, pero
luego será maravilloso porque con el tiempo, cuando asumamos que no pudo ser-
cosa que va a costar porque no es fácil asumir que un tío como tú se haya ido
con 34 años- lo que nos producirá es alegría ¿te puedes hacer a una idea lo
maravilloso que va a ser que un montón de cosas cotidianas nos arranque una
sonrisa? Va a ser muy gracioso, cuando estando en la caja del Super, se me
ponga una sonrisa al ver el Sprite, y lo más divertido es que nadie lo
entenderá. Será como volver a echarse unas risas contigo.
Una de las cosas buenas con las que me quedo
de estos últimos 3 días, es haber podido conocer a tu familia asturiana. Y digo
bien al llamarlos tu familia porque me han transmitido todo el amor que sentían
por ti. Como no podía ser de otra manera, a ellos también les enamoraste. Está
claro que nos hubiese gustado conocerles como habíamos hablado varias veces, en
Tineo los cinco juntos. De nuevo otro sueño truncado, otro plan que no se ha
podido llevar a cabo. Esto no es justo Andrés, no hay derecho la que os ha
jugado la vida a Lore y a ti, a tu madre y a tu hermana, a tus amigos que tanto
te queríamos. Es una puta mierda y me invade la rabia y me dan ganas de gritar
¿Por qué a ti? Alguien con tantas inquietudes, con tanta vitalidad y optimismo,
que no dejó de sonreírle a la vida. Un apasionado de la vida. No es justo
Andrés, y me da igual lo que me digan. Es una cabronada. Te quedaban muchas
etapas que vivir, muchos planes con tu Lore que llevar a cabo. No nos
engañemos, seguramente no habrías sido muy longevo, pero ¿qué podrías haber
vivido? ¿15 o 20 años? Seguro que tú los habrías vivido como 120 Pero tal y
como ha sido…. Así no….
Llevo horas escribiendo y la cabeza me da
vueltas. Me voy a ir despidiendo. Una de las últimas cosas que quiero decirte
es que por supuesto que Pancinawer sabrá quien fuiste y cuando le hablemos de
ti, evidentemente no le vamos a mentir y le diremos algo así como: “Andrew
McCarthy, como le llamaba tu papá, fue una de las mejores personas que tu papá
conoció. Era alguien que tenía luz propia y que contagiaba de alegría a los que
tenía a su alrededor. Era alguien muy especial, y que seguro, seguro te habría
querido un montón y habría jugado mucho contigo” No dudes ni por un momento que
le hablaremos de ti, y de lo maravilloso que fuiste.
Solo me queda una cosa, y es darte las
GRACIAS. Por todos los buenos momentos, por encontrar la manera de apoyarnos y
animarnos en nuestros momentos más difíciles cuando tú ya tenías lo tuyo.
Gracias por recordarnos eso que tantas veces hemos oído y que muy pocos llevan
a la práctica. Carpe Diem. Gracias por enseñarme con tu ejemplo el verdadero
significado de lo que es ser valiente, que no es aquel que no siente miedo, no
me cabe duda de que tú lo sentiste, sino aquel que mira al miedo de frente y
lucha contra él con todas sus fuerzas, a veces como en tu caso, hasta el final.
Y sobretodo gracias por todos los años de amistad.
Te echamos de menos. Te echaremos de menos
siempre, pero al final sonreiremos. Danos tiempo.
Parafraseando a Joel, ese al que un día
despediste, te quiero hasta el cielo y sin huequitos.
Stephen, o como te gustaba a ti Stiwen.
PD: se me olvidaban un par de cosas, alguna vez
surgirá hablarle de ti a nuestro otro sobri, al que pusiste otro de tus
geniales motes- “Naughty Corner” Y lo segundo siempre te reíste de mi por pasar
del teléfono fijo al mundo internauta sin pasar por el móvil. Como sabes, desde
hace un par de años tengo uno, aunque ningún amigo tiene mi número. Contigo voy
a hacer una excepción y cuando puedas y te apetezca me llamas y hablamos en
modo “Party Line” que tanta gracia te hacía. El número es 644…
PDD: Jaja Vir me acaba de decir que ya
tenías mi número, resulta que te lo dio la mañana que fui para estar contigo en
el hospital. Tenías tantas ganas de que llegase que querías saber cuanto me
quedaba. Pues te tengo que pedir un favor, mantén la exclusividad y no se lo
des a nadie ¿vale? ;-) Un beso muy fuerte de Matt para Mortadelo.
!!Hola,vir!!
ResponderEliminarSiento muchisimo tu dolor,la perdida de un ser querido es algo insufrible.Pero todo pasa,todo pasa.Animo,preciosa.
Me imagino q tu nena estara ya muy grande y preciosa.Te dejo miles de besos para ti y para ella.Disculpame q no viniera antes.Buen finde.
Gracias. Mi niña está ¡hermosa! En todos los sentidos, me la como a besos y mordisquitos cada día, ella es la razón por la que sonrío. Besitos.
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