Nos dejas a todos los que te queremos, que somos muchos, un vacío muy grande, pero también un montón de sonrisas en forma de recuerdos. No podré volver a ver CSI Miami sin acordarme de ti. Cada peli mala de la Aniston me recordará a ti. Incluso si veo Mary Poppins, tu Lady Gaga de los años cincuenta, recordaré tus sabias palabras: el auténtico protagonista es el deshollinador. El Barça, Boy George, las palomitas, Mark Lenders, el Sprite, Mortadelo,....
El ¿Te importa si meo?, el ¡despedido!, el "cuentan los cuentos", el "trollex",...
Tú y tu guitarra, tú y tu armónica, tú y tu cerveza, tú y tu asturiana.
Gracias, Andrew. Por tu vitalidad, tu optimismo desbordante, tu fuerza, tus ganas de vivir, tu lección de lucha. Gracias por todos esos inolvidables momentos.
Ya lo dijo Stephen, entre lágrimas de emoción por saberte sano, aquella mágica tarde de junio de 2009. Y lo dijo mejor que nadie: También quiero aprovechar la oportunidad para hacer un agradecimiento especial a uno de vosotros. Ya se que hoy me toca hablar de Vir, pero tengo una excusa para referirme a esta persona y es que esta persona últimamente ha tenido motivos para pasarlo muy mal. Tengo una segunda excusa y es que esta persona, a pesar de todos esos motivos, no ha dejado de sonreirle a la vida y nos ha enseñado que se puede ser alguien tremendamente alegre y vital incluso en los momentos más difíciles. Así que a ti no pretendo darte las gracias por haber venido hoy aquí, como he hecho con el resto, sino que lo que quiero es darte las gracias por el regalo que nos haces cada día siendo como eres. Muchas gracias, Andrés.
Te quiero. Ya te echo de menos.
Me queda tu voz... Te bebo con mucha frecuencia...
No hay comentarios:
Publicar un comentario
¡Cuenta, cuenta! Comparte tus impresiones,