Vaya,
yo que había dicho que no escribiría en martes y miradme, resulta que ahora
solo escribo en martes, ¡qué cosas! Ya avisé, no soy buena cumpliendo promesas.
Hoy
tengo excusa, no es un martes cualquiera, ¡¡feliz cumpleaños, Diga 33!!
Hace
un año tomé una decisión, después de tres años escribiendo en A partir de los 30 iba siendo hora de
cambiar, así que, después de darle muchas vueltas –los cambios no son lo mío-,
di el paso.
Después
llegaron tiempos convulsos. Una noticia inesperada le dio la vuelta a mi vida y
dejé de lado mi recién parido blog durante muchos meses.
Pero
esto de los blogs atrapa, envuelve, engancha. Así que, al cabo del tiempo, a
pesar de que nada estaba bien, volví.
Ahora
parece que casi puedo tocar el ansiado feliz desenlace. Eso me mantiene de
nuevo a medio gas en la esfera bloguera. Apenas escribo, y leo cuando el cuerpo
me lo permite. Pero sigo aquí, no me voy. Solo a ratos.
Hoy
es un día para celebrar, así que celebremos. Muchísimas gracias a todos los que
pasáis por aquí, a los que dejáis vuestra huella en forma de comentario, a los
que me animáis consciente o inconscientemente a seguir en este bello mundo virtual.
¡Feliz
martes! ¡Nos leemos!
*Por
cierto, la decisión de mudarme fue providencial. Al poco tiempo A partir de los 30 desapareció. Menos
mal que tenía una copia de seguridad y pude recuperar casi todas las entradas…
Por si algún día os apetece daros una vuelta, aquí lo tenéis volcado.