Estaba pensando… y se me van los dedos. Pensaba en escribir un relato, pero todos se pierden en miradas a través de una ventana salpicada de la tan ansiada lluvia. Entonces he empezado a viajar por el camino del recuerdo. Recuerdo una mentira disfrazada de lección moral. Hoy ya no me engañas, hoy sé que hago bien en perpetuar la ilusión, que ya vendrá el tiempo de crecer, que hay mentiras que merecen la pena.
Recuerdo las visitas a Gaspar, y tirarle de la barba para comprobar que era real. Y preparar los juguetes ya olvidados para que él se los pudiera regalar a los niños del hospital. Recuerdo esa mezcla de felicidad desbordante y nervios agarrados al estómago la víspera de Reyes. El salón repleto de regalos y los mismos zapatos que le tocaban a mi madre cada año, durante los años de escasez, para que nosotras pudiéramos disfrutar de esa mañana mágica. Recuerdo las preguntas incómodas, siempre fui una niña avispada, y recuerdo cerrar los ojos a la realidad porque yo quería que no fuera tal como es. Recuerdo las lágrimas de mi hermana cuando, años después, tuve que ser yo la que se los abriera, y recuerdo cómo torné esa tristeza en alegría proponiendo participar.
Aún hoy le canto: “tengo ganas, tengo ganas, de que llegue mañana, para ver ya los regalos que me traen los Reyes Magos”. Aún hoy salgo a saludar a Sus Majestades con el reflejo de la emoción de mis sobrinos en mi rostro. Aún hoy siento un rescoldo de esa magia.
Queridos Reyes Magos:
No soy buena, pero no menos que los demás. Yo solo quiero una cosa, poder llenar de magia mi hogar cada 6 de enero. ¿Será mucho pedir?
Jajaja, me encanta tu deseo Vir. Ójala que siempre pueda cumplirse.
ResponderEliminarUn besazo.
Es increíble la cantidad de cosas que recuerdas de forma concreta, a mí todo se me mezcla y solo puedo evocar sensaciones (no siempre agradables, al igual que te pasa a ti)...
ResponderEliminarMe gusta tu deseo, no creo que Gaspar te lo pueda negar. ;D
Mimi, ojalá!! ;) Besitos!!
ResponderEliminarSonix, siempre han sido momentos especiales para mí. No tengo mucha memoria normalmente, pero eran momentos tan felices,... A ver si mi deseo se cumple, sí, ;)
Ojalá esa magia que pides no sea sólo para ese día. Qué importante es mantener la ilusión de los peques de los Reyes Magos, y es que en el futuro esos momentos de nervios, alegría, esperanza, se recuerdan como de los más bonitos de la infancia y de nuestra vida.
ResponderEliminarY hasta que llegó el moemento y me hacía el tonto por si se acababa el "chollo", jaja.
Un beso (esperemos que no haya niños que visiten el blog, al menos esta entrada)
Sese, mi deseo encierra otro mucho mayor, y sí, en realidad es así, ilusión en general.
ResponderEliminarYo me hice la tonta por mi hermana, un año menor que yo, durante muchos años, lo descubrí demasiado joven. Aun así, seguí manteniendo la ilusión, y hoy hago todo lo posible porque siga.
No creo que muchos niños visiten este blog, ;) Un beso!!
¡Hola, soy Gaspar! Tu carta me llegó algo tarde, pero como soy mago, espero poder cumplir tu deseo.
ResponderEliminarGracias por acordarte de un joven rey, que parece casi siempre eclipsado por el negro Baltasar y el poderoso y viejo Melchor.
Salu2.
¡Hola Gaspar! Yo también espero que puedas enviarme la magia suficiente para que mi deseo se cumpla. No te preocupes, no llegas tarde, llegas justo a tiempo. Y si no, el año que viene echaremos cuentas!!! Sin duda siempre fuiste mi favorito.
ResponderEliminarPD.: ¿Te gustaron las aceitunas? ;)
Perdona, pero como estaba oscuro, creí que eran pasas.
ResponderEliminarSalu2.